Antes que blogger soy enfermera aunque ampliamente se puede
decir que tengo más experiencia como blogger que como enfermera. Qué triste.
Desde que terminé la diplomatura en 2012 no he vuelto a
estar en contacto directo con mi profesión y no ha sido por falta de
iniciativa, porque he ido repartiendo CV como si fueran caramelos. Pues bien,
no ha habido suerte ni para trabajar 15 minutos un día. Nada, absolutamente
nada.
Y como yo está el resto de mi promoción: Los que han
conseguido trabajo son lo que están en Alemania, en Inglaterra o los que tienen un padrino que
les bautiza en los centros privados. Así es, que le vamos a hacer.
Como yo no tengo enchufes, lo de irse al extranjero
es una opción que nunca he descartado. Yo me iría a Inglaterra que algo de
inglés manejo y al menos no me moriría de hambre como si me fuera a Alemania
(más que nada porque no tengo ni idea y ponerme a estudiar alemán no es algo a lo que esté muy dispuesta).
Por el momento decidí quedarme en mi país y en el 2013 hacer el curso
para grado, a la vez que hacía cursos de CFC para mejorar el CV y tener
algún punto para la famosa OPE de Madrid de la que todo el mundo habla pero
nadie sabe nada. La OPE que se fue a por tabaco y no volvió.
Mientras hacía estas cosillas (que siendo sincera, a parte
del TFG el resto no tiene mucha salsa), decidí volver a las piscinas. Atención, abro un gran paréntesis [Empecé
en el cole (6 – 7 años) con los típicos cursos de natación de un día a la semana
y seguí yendo a natación hasta los 12 años. Los 12 años eran la edad tope para los
cursos de perfeccionamiento (y como yo no quería competir en el club natación)
probé suerte en socorrismo acuático, allí me quedé hasta los 16 años entre
entrenamientos y exhibiciones. Y de nuevo, llegué a la edad límite, le siguió
bachiller, luego la universidad por lo que la piscina quedó reducida a momentos muy
puntuales] Cierro el gran paréntesis.
Como era de esperar, añoraba el chapotear un poco así que me apunté
con un club de salvamento deportivo que había comenzado a funcionar hacía
relativamente poco. También era una excusa para recuperar fondo y poder sacar
el título de socorrista la pasada primavera coincidiendo con
el inicio del curso del EIR.
Mi naturaleza de culo inquieto no concibe
eso de estar de brazos cruzados y siempre tengo que andar haciendo cosillas
para ver que no pierdo el tiempo. Así que me apunté al EIR. Empecé en Ifses iba
a clase los jueves por la tarde y los viernes, sábados y domingos pasaba 12 h en
el curso de socorrismo.
Por aquí, en algún momento, me presenté a una bolsa temporal
para una diputación, pero un buen examen sin experiencia y solo con los puntos de CFC no sirve de mucho.
El resto del año pasó sin una triste oferta de empleo, más
folios gastados en forma de CV, más contratos enchufes, una “yo” cabreada con
el mundo y con la sangre hirviendo ¿Por qué no me merezco una triste
oportunidad? Quiero trabajar para demostrar que puedo hacerlo bien, que yo
valgo para esto, que me gusta esto, que yo puedo desenvolverme aunque no tenga
experiencia.
Y aquí es cuando cometí, el error de hacer el EIR el
centro de mi vida. Mi forma de pensar era: Vale, si nadie me da la oportunidad
de trabajar, me ganaré mi puesto de trabajo.
- Un año enterito para el EIR.
- Un año de sacrificios y dejando mucho de lado.
- Un año dando vueltas al temario, haciendo esquemas,
estudiando y haciendo test.
- Un año no ha sido suficiente y me voy a quedar justita.
- Un tortazo en todo el autoestima.
Ahora, sigo hacia adelante, pensando en que mejorar vez y
aprendiendo de errores. Me he apuntado a la OPE de Aragón, por eso de no tirar
por tierra todo lo estudiado a la vez que sigo dando CV ya no solo en el campo
de la salud.
p.D: Pensé hacer un blog para cosas de enfermería, pero como no tengo mucha experiencia en cuanto a escribir se refiere, he decidido dedicar el viernes a cosas de enfermeras y el resto de la semana a otros asuntos de la vida cotidiana.
Nos leemos!
Si supieras lo identificada que me siento contigo...
ResponderEliminarSon como continuas patadas en el estómago. Y ver que los enchufes reinan en los contratos de conocidos y amigos... Una pena.
Yo he trabajado en un centro de salud (desde el 2012 que acabé llevaré unos 37 días trabajados) y porque hice prácticas allí y por WhatsApp prácticamente supliqué que me dieran algo de trabajo... Y de días sueltos en días sueltos ese poquito...
No te rindas, porque dicen que todo llega tarde o temprano, así que sigue haciendo cosas que quien ríe el último, ríe mejor.
¡Besos!
De todo esto de los enchufes, lo que más quema es que hay gente que sabes, a ciencia cierta, que están trabajando a dedo y encima van riéndose de los demás con bobadas como: "Cuando me estreso por el trabajo, me imagino a vosotros estudiando y se me pasa" , "No dejaría que me tocaran esos que no han vuelvo a pinchar desde que acabaron", "Cómo va a mejorar el país si hay gente que ni trabaja y solo hace como que estudia" Cuando ves a la persona en cuestión dando paseitos por la calle con su cara de no mato una mosca y soy megapiji me dan ganas de arrancarle los cuatros pelos que tiene por hijap***
EliminarNo es envidia, es asco por mofarse de la gente que no puede trabajar porque no le dan la oportunidad.
También sé de gente que trabaja por más de lo mismo y luego andan quejándose porque tienen una guardia un sábado o van a pedir no trabajar en nochevieja ni el día del año porque hay que uno tiene que disfrutar de la juventud.
Pensaremos que el destino tiene algo "más mejor" para nosotras y por eso no hace esperar.
Un besote!
Más o menos es la situación de los que hemos salido en las últimas promociones. Aún tuve suerte porque acabé antes que tú (2010) y me han llamado un par de veces para currar un mes en verano, pero cabrea ver los contratos por enchufe y que, mientras, empapelas medio mundo con tu CV y no te llaman. No nos queda otra que la paciencia, algún día nos tiene que llegar la oportunidad.
ResponderEliminarPor cierto, lo de la idea de subir por aquí más cosas que no sean solo enfermería me parece bien. Al fin y al cabo, es una faceta más de nuestra vida, que no la única. El resto también se merecen su hueco.
¡Besos!
Es una lástima ver como está la sanidad. También es una lástima que, directamente, ni llamen para entrevistas. Y lo que más lástima da es ver que los enchufados se mofan del resto (como he dejado arriba escrito a Señorita Jerbi), que una sabe que a comentarios necios, oídos sordos ... pero hay gente más mala que el hambre.
EliminarUn beso!