miércoles, 23 de abril de 2014

El juego de cartas más ofensivo


El juego en cuestión se llama Cards against humanity.

Se trata de un juego de mesa que solo gente con humor simple, negro o impolíticamente incorrecta sabrá disfrutarlo al 100%.




En sí el juego no tiene mucha chicha, así jugamos nosotros:

1. Lo más importante es conseguir a un grupo de personas que reúnan los requisitos que os dije antes, porque si no no tiene tanta gracia y pueden que te tachen de rarito.
Ahora os ponéis cómodos, os sentáis en círculo... o en hexágono  ... o como os pongáis para jugar.
Antes de iniciar la partida, tenéis que elegir quien empieza siendo el juez (en esa partida el juez "no juega")
2. Hay dos tipos de cartas: Las blancas y las negras. Las separamos en los tacos boca abajo.
3. Cada jugador coge 4 cartas blancas.
4. Se coloca 1 carta negra en el centro.
Esa carta negra tiene una frase que hay que completar, por ejemplo: ¿A qué huele?
5. Los jugadores eligen entre sus cartas blancas la respuesta más ingeniosa, ofensiva, adecuada... la más graciosa.
6. Una vez elegida, todos dan las cartas blancas boca abajo al juez.
7. El juez las da la vuelta y comienza a leer las respuestas, por ejemplo:
¿A qué huele?
a) El equipo de gimnasia chino
b) Whiskas premium
c) ...
d) ...
Y gana la que más le guste al juez.
8. Comienza una nueva ronda. El nuevo juez será la persona situada a la derecha del juez anterior.
Cada jugador coge una nueva carta blanca... y que continúe el juego.

En realidad, es más divertido cuando se juega que leerlo por aquí escrito.
El juego está disponible aquí tanto para la compra como para descarga, en inglés.
Buscando en Google encontramos una versión en español que hizo alguien muy apañado que sale por el módico precio de 92cnt.
También hay plantillas de cartas vacías blancas y negras.

Ya me contaréis que os parece si pensáis que os puede gustar y os animáis a jugarlo.

¡Nos leemos!


sábado, 19 de abril de 2014

Hacerse mayor es una trampa para aprender



A medida que van pasando los años nos damos cuenta de quién somos y qué tipo de persona queremos llegar a ser. Poco a poco encontramos nuestro verdadero “yo”.
Pero sobre todo descubrimos las verdaderas caras de aquellos que nos rodean. Y de repente un día te despiertas dándote cuenta que todas aquellas personas que creías conocer y que valían la pena, aquellas que, cuando mirabas hacia el futuro, veías a tu lado no son quién (o lo que) realmente pensabas.

Por suerte o por desgracia esas personas se descubren en los malos momentos. Pero no les echaré a ellos la culpa; todos sabemos que existe una ley universal no escrita que es la responsable de esto.
Si echo la vista atrás puedo decir que los dos últimos años de mi vida han sido difíciles, para qué negarlo. Y me sabe mal decir esto porque con los tiempos que corren puedo sentirme afortunada por tener una familia que goza de salud, que me apoya y me quieren, disponer de una casa, comida cada día y contar con la posibilidad de seguir estudiando. Pero cuando hablo de “han sido difíciles” no me refiero a estas dificultades. Me refiero al ámbito personal.

Mientras algunos de mis amigos ya han empezado a trabajar en aquello para lo que estudiaron, otros siguen formándose en sus carreras o con sus másteres. Y yo me veo haciendo el capullo; levantándome cada mañana, sentándome delante de los mismos libros, buscando ofertas de empleo y en, resumidas cuentas, esperando a que llegue la noche para leer un ratito o ver una serie-película-loquesea e irme a dormir. Y poner la alarma, para volver a empezar al día siguiente.
Este no es el problema. No. Esto es rutina, cada uno tiene la suya y yo acepto la mía porque siento que es lo que toca por el momento.
En problema viene cuando te ves sola, y no debería ser un problema porque al fin y al cabo yo he decido que mejor sola que mal acompañada. Me explico.

Como antes decía, mientras estás en el colegio o el instituto vives en una burbuja en la que todos nos llevamos guay, somos superamigos, una piña y tenemos el mismo camino: Ir a clase de lunes a viernes, salir el fin de semana y estudiar para aprobar los exámenes.

En la universidad la cosa ya cambia un poco: Unos cambian de ciudad, otros compaginan las prácticas con las clases teóricas, algunos tienen clases de lunes a viernes o el miércoles dicen adiós a la facultad y muchas veces las épocas de exámenes son muy dispares. Entonces es cuando quedar tan frecuentemente como antes y mantener el contacto se hace un poco más difícil, surgen riñas de “Porque cuando yo decido venir tú tienes que estar para quedar conmigo, que para eso me hago el viaje(Dijo la persona a la que invitaste a merendar a casa para echar una parlada y te dijo que no, que para eso no se molesta en salir de casa, que ya que ha venido quiere aprovechar, salir de fiesta, bailar, beber unas copas, vernos y ponernos al día. Todo en uno. Como ir al hospital de visita comiendo un helado y saltando a la comba mientras paseas al perro.)  , “Para qué estudias tanto, mujer, si yo con mirármelo un poco la semana antes saco notaza”(Dijo la persona que solo por ir a clase y entregar trabajos tenía el 70% de la asignatura aprobada) , “No será para tanto estar en la universidad de 8:00 a 20:00 + estudiar + memorias de prácticas + trabajos (Dijo la persona que iba a clase cuando iba y dejó TREINTA DÍAS de prácticas para hacer en verano porque si no yendo a clase “y todo” era mucho agobio) , “Pues yo los jueves salgo a darlo todo, no sé porque tú no” (Dijo la persona que terminaba sus clases los jueves y no tenía que levantarse al día siguiente para trabajar con personas enfermas o instrumentando en un quirófano) y un largo etcétera.

Y entonces te das cuenta de que esa gente que te rodeaba y eran tus amigos de toda la vida con los que no has podido llevarte mejor, son bastante intolerantes con tus decisiones y en vez de disfrutar del rato que pasas con ellos, sea una hora, dos horas o quince minutos, se lo pasan cuestionándote, dando opiniones y consejos baratos que nadie ha pedido.

El cambio es aún mayor al terminar la universidad e intentar coger las riendas de tu vida. Al principio estás feliz, has acabado de estudiar, has terminado con un ritmo de vida acelerado, vuelves a tener tiempo para ti y sobre todo has conseguido el ansiado resguardo del título universitario.
Empiezas a buscar algún trabajito con la ilusión de firmar algún contrato, alguna baja o alguna suplencia pero eso nunca llega.
“No te preocupes tía, fijo que te sale algo” (Te dice a la que, al igual que tú, acaba de terminar la carrera y ya la han llamado de DOS SITIOS de los suyo).
“Si a fulana que aprobó raspada le han llamado de X, a ti te llamarán de algún sitio porque encima tienes un expediente muy bueno” (Me reservo el comentario)

También empiezas a ver feos de gente con la que has sido uña y carne desde la primaria.
Cuando tu amiga, la que estudió tal cosa relacionada con la salud que no es enfermería, te pide ayuda para echar CV en las ciudades donde ya los había echado y luego cuando tú la pides ayuda para echar tus CV en donde ella ya lo ha echado (que jaleo, pero yo me entiendo) te da por culo largas.
Cuando tu amiga inseparable te empieza a echar en cara cosas de cuando tenías 15 años y te intenta absorber hasta el punto de hacerte elegir entre salir con ella o con otros amigos comunes porque a ella le caen mal.
Cuando tu otra amiga espanta a toda nueva chica que llega porque habla con su novio e intenta que apoyes su celotipia.

Pero sin duda, la guinda que coronó el pastel fue cuando decidí estudiar el EIR en serio, poniendo toda la carne en el asador, hasta la que no tenía. Dándolo todo para poder abrirme un hueco en el mundo enfermeril. A día de hoy, 19 de abril, puedo decir que no tengo plaza, que no tengo trabajo, pero el EIR me ha ayudado a desenmascarar a muchos supuestos amigos.
Amigos, que no se preocuparon lo más mínimo por mi y que el único detalle que tuvieron fue mandar un whatsapp de ánimo (rollo biblia) cuando se enteraron que no tenías plaza. Amigos que se enfadan porque no sales de fiesta (a un bareto cutre, rodeada de chavalines de 16 años, bebiendo cachis de mierda, con los tacones pegados al suelo lleno de suciedad mientras juegas a una cosa de cartas para “animar” algo que no animaría ni Pocholo en su mejores momentos) y no entienden que prefieras tomarte un colacao una tarde de viernes o dar un paseo. Amigos que te dicen que quieren verte un rato, para ponernos al día, y que, cuando les dices de quedar por la tarde en un descanso del estudio pasen, porque para eso no se quitan el pijama… cuando les dices que vas a su casa y tampoco. Amigos que no respetan que no quieras salir de las 00:00 al amanecer porque no puedes pasarte el domingo durmiendo hasta la hora de comer porque tienes que levantarte pronto para estudiar. Amigos que dicen que como no te han visto en X tiempo “ya no somos amigos”. Amigos que no te respetan, te cuestionan y te piden explicaciones a cada momento.

Yo no quiero eso, quiero algo sencillo. No quiero dar explicaciones ni tener que recibirlas, que cada uno viva su vida y no haya cuestionamientos, que cuando quedemos no haya un ambiente tan enrarecido que parezcamos extraños. Por eso me distancié de esa gente, de pasar a ser una pieza que completa el puzzle a ser un bulto más que etiquetar en una foto de facebook o alguien con quien mantener una conversación cordial y superficial a partes iguales. No me hacía bien ese tipo de relaciones.
Y la verdad que lo que más duele no es haberse alejado de esas personas que fueron tan cercanas, si no que después de ser tanto en realidad no seamos nada.

Como supongo que pase en todos los sitios, la pandilla era más amplia y poco a poco he encontrado a esas personas que decía al comienzo del párrafo anterior. Era esa gente que pasa más desapercibida, con la que no has tenido tanto contacto, que descubriste con el tiempo y que mereció la pena.

Sin embargo, aún duele el haber perdido ese tipo de relación tóxica – confidencial a lo Blair/Serena en la primera temporada de GG aunque ahora tengas relaciones más sanas tipo PLL, unas pocas chicas, cada una va a lo suyo sin preocuparse de la vida del resto, con el mismo rollo tranquilo, que quedan cuando puede ser sin malos rollos, sin malas caras y sin que parezca que haya pasado el tiempo.

Las experiencias nos cambian por dentro y por fuera, como si de un efecto mariposa se tratase. 
Está claro que a lo largo de mi vida muchas más personas saldrán y entrarán en ella, unas haciendo más ruido que otras, pero tengo clarísimo que no van a desordenarla a su antojo.


miércoles, 16 de abril de 2014

Let it be


Eran las cinco de la tarde de un frío venticuatro de diciembre y aquella joven paseaba por el helado Esplanadi de Helsinki.
Su lento caminar le permitían pensar en todo y en nada mientras sus botas se hundían suavemente en la fina y blanca nieve, paso  tras paso.
Entre sus pensamientos se abrían paso las risas de los niños que jugaban en el parque. De repente, se sorprendió mirándoles fijamente, con envidia; Quiso volver a ser niña por un instante para volver a su país con los suyos y no tener mayor preocupación que la de si los reyes habrían recibido su carta a tiempo y el seis de enero por la mañana encontraría ese juguete tan esperado.
Pero esta navidad estaba sola. A miles de kilómetros.
Suspiró.
Apartó la poca nieve que había en el banco de piedra que había sido resguardado gracias a un enorme árbol. Chascó la lengua al notar que sus guantes se habían empapado. Se sentó.
Continuó viendo como aquellos niños jugaban tirándose bolas de nieve.
Se ajustó su bufanda, tapándose un poco más la boca y suspiró de nuevo dibujando una nube de vaho.
Se recostó en el banco y echó la cabeza hacia atrás. Dejo que los tímidos rayos de sol que se filtraban entre las hojas del árbol acariciasen sus mejillas. Su piel se empapó de una triste y dulce nostalgia.
Y dejo pasar los minutos, ni siquiera se inmutó cuando un niño golpeó su bota derecha con una bola de nieve, tan solo continuó con los ojos cerrados un poco más.
Cuando dejó de sentir como el sol iluminaba su cara y el frío se tornó más intenso supo que ya era hora de irse a casa.
No miró el reloj, ignoraba cuanto tiempo había pasado sentada en ese banco intentando evadirse, no sentir, no pensar. No echar de menos.
Cogió aliento y se puso en pie. Hasta la ropa pesaba.
Se abrigó un poco más y salió del parque en dirección a una calle iluminada por luces blancas. Se abrió paso entre niños corriendo, el olor a Joulutortut recién hecho y el sonido de los villancicos.

Al final de la calle llegó al edificio en cueyo ático se había estado hospedando los últimos meses.
El portero la saludó como hacía cada día y la deseó una feliz navidad. Sonrió y le devolvió la felicitación.

Mientras subía las escaleras escuchó que la llamaban al teléfono.
Apuró el paso tropezándose en el penúltimo escalón por culpa de una zurcida de sus pantalones llenos de agua.
Abrió la puerta y contestó al teléfono.
Eran sus padres que la felicitaban la Nochebuena. Con tan solo escuchar la voz de su madre sus ojos se bañaron en lágrimas. A ambas les temblaba la voz.
Poco a poco toda su familia fue deseándole felices fiestas y recordándola lo que extrañaban su ausencia.
Su abuelo fue el último en hablar. Para cuando colgó el teléfono las lágrimas ya habían cubierto su cara.
Se fue a cambiar de ropa. Eligió una sudadera granate y un pantalón negro. En la radio sonaban los Beatles.
Prendió la chimenea. Agarró un cojín y se hizo un ovillo en la alfombra.
Mientras miraba al fuego, el ambiente se caldeaba con su “Imagine”. Cerró los ojos dejándose mecer por la melodía. “Imagina” decía una y otra vez.
Cuando parecía que la música la abandonaba sonó el timbre. Soltó el cojín y se dirigió hacia la puerta cuando en la radio comenzó “Let it be”.
Al otro lado esperaba una mujer muy joven con un bebé en brazos. La joven mantenía la mirada baja mientras decía que buscaba ayuda, no tenía donde ir y de nuevo estaba nevando.
Colocó una mano sobre el hombro de la joven y les invitó a pasar. Ellos tendrían refugio y ella no se sentiría sola.

Cuando los tres estaban en el salón y cerró la puerta, la melodía susurraba "When I find myself in time of trouble, mother mary comes to me speaking words of wisdom ...”

  

Hace tiempo os comenté que cuando tenía entre 16-18 años gané dos certámenes de narraciones; Esta es una de ellas. 
En concreto se trataba de un certamen navideño organizado por el ayuntamiento. En el colegio nos animaron a presentar algo y escribí esto. Se hace raro, raro volverlo a leer después de 7 años.
Por aquellas épocas estaba muy obsesionada con el rollo de los beatles, así que "me inspiré" mientras hacía matemática escuchando el albúm 1.

¡Nos leemos!
  

domingo, 13 de abril de 2014

Vloggers de Irlanda


Con esta entrada doy comienzo a la nueva sección de recomendaciones. 
En ella hablaré de aquellas cosillas que me gustan y quizás os resulten interesantes... y si no os resultan interesantes podréis ver mi nivel de frikismo y pasar un buen ratillo riéndoos de mi D:

Empezamos.
Hoy os presento una familia de Vloggers, en concreto, los Saccone-Joly. 
Son de Cork, Irlanda y diariamente, a las 7.00 pm, suben un vídeo de unos 15 minutos a su canal de YouTube donde comparten un poquito de su vida diaria.
Su trabajo es ese: Hacer vídeos y subirlos a Youtube (Que por lo que he ido viendo, es algo muuuy común en EEUU, Uk y algún que otro país por ahí, pero "mal" visto en España, por así decirlo, básicamente por estamos acostumbrados a ello y choca bastante)  





La familia:

- Jonathan. Es el padre, también conocido como Jofee. Un tipo simpático que disfruta con las pequeñas cosas. Suele hacer bromillas que llama JofeeJokes.

- Anna. Es la mamá, también una chica agradable con su propio blog donde publica entradas de comida, de sus embarazos, del desarrollo de sus bebés, de moda, de maquillaje ...

- Emilia. Su hija de 18 meses, que es adorable y siempre está sonriendo.

- Eduardo. Su hijo recién nacido el pasado miércoles.

- 6 perritos malteses :O

Sus vídeos:

Simpáticos, ligeritos de ver y con buenas vibraciones ...
¿Lo "malo"? Que están en inglés y no hay subtítulos, pero tranquilos, si tenéis contacto con el inglés a penas vais a tener problemas para entenderlos ya que hablan sin un acento muy marcado, pronuncian bien y claro. 
Además, (Como pasa con cualquier otra serie, programa o película que se ve en inglés) ayuda a afinar el oído. 
Por eso creo, que si estáis estudiando inglés y os cuesta la listening, ver vídeos de este tipo ayuda muchísimo tanto a mejorar la compresión auditiva como a coger vocabulario y si no hay subtítulos es un esfuerzo "extra". 
Al cabo de unos meses veréis como habéis mejorado mucho sin daros cuenta y pillaís hasta los JofeeJokes. (Os lo dice una que ha vuelto a la escuela de idiomas después de 4 años sin estudiar inglés y que el único contacto que ha tenido con el idioma es YouTube) Ya dejo mi discurso de madre T.T


                         Aquí os dejo el vídeo del nacimiento de su último bebé


Cómo los conocí:
Bueno, esto es fácil. Soy una friki de YouTube.
Hace dos septiembres estaba yo dando vueltas por YT y apareció en "recomendaciones" el vídeo del nacimiento de su primer bebé. Y ya está.

En las navidades del 2012 - 2013 hicieron un concurso durante 20 días, en el que hacían una pregunta en su twitter, tenías que dar con la respuesta viendo el vídeo del día y comentar la respuesta debajo de su vídeo.
Ellos compraron 20 obsequios para los ganadores (Eran cosillas para todas las edades: Un set de lipgloss, un secador de viaje, unos auriculares, un set de desayuno ...)Yo tuve suerte y gané una nerf gunque obviamente, se la dí a mi primo pequeño, eso sí guardo la carta que me enviaron y los sellos del paquete porque me hace ilusión xD


La carta 

El tuit informando de que había llegado el regalito. (Si alguna burrada gramatical os hace daño, lo siento xD)



Y hasta aquí la entrada. Espero que no os haya sido un rollazo :S

¡Nos leemos!




Lavado de cara


Buenas tardes de domingo!

Gracias a las infinitas consultas que he realizado últimamente a los Señores Google y YouTube aquí vuelvo con aire fresco.
Poco a poco (y hasta donde mi inutilidad informática me permite) voy dando la forma que quiero al blog. O por lo menos la que quiero por ahora.

Cuando lo creé buscaba un diseño muy "limpio", nada recargado. Algo sencillo.
Pero de tan sencillo, era cutre y soso (Admitidlo).

He aprendido a poner pestañitas arriba para que tengáis todo más ordenado, estrenamos un nuevo fondo más alegre y colorido, he cambiado la fuente de texto ...

A mí parecer está más coqueto que antes y la letra es más limpia, pero si los ojos os hacen chiribitas al intentar leerlo decídmelo para poder solucionarlo, que aquí nos tenemos que sentir a gusto todos.

Tampoco se como ser verá desde la versión para móvil porque al ser un fondo oscuro quizás impida una lectura cómoda. Ya me diréis. 

No sé si será la versión definitiva o de repente un día veáis esto con otra skin diferente (Para mí esto del blog es como decorar una habitación en los sims, doy mil vueltas hasta que decido donde "plantar el huevo")

Bueno, esto es todo. Se aceptan críticas constructivas :p

¡Nos leemos!

miércoles, 2 de abril de 2014

100 cosas sobre mí


Después de medio mes sin dar señales de vida, reaparezco por estos lares. Como quiero conservar mi yugular, en mi defensa diré que tengo algo así como una excusa.

Primero, no tenía ni gota de inspiración y no me apetecía escribir bobadas, que si ya digo bastantes de normal, imaginaros intentar hablar de algo porque sí, sin ganas, sin saber que poner ... vamos, dando palos de ciego. Así que preferí no publicar nada. 
También he estado bastante liada poniéndome al día con las clases de inglés que como dije habían sido destronadas por el dichoso EIR.
Luego pillé un resfriado del copón.
Y así hemos llegado hasta hoy.

Tengo alguna idea para futuras publicaciones, en las que intentaré no escribir solo las entradas que hacía hasta ahora, en plan criticar cosas que me crispan, cosas enfermeras o alguna de esas entradas "literarias" que tantos horrores me cuestan.
Resumiendo, puede que a partir de ahora me veáis hablar de alguna serie, película o compartir música.
Ya me diréis que os parece por ahí abajo. Soy novata en esto y funciono por prueba-error ;)

Al lío, que me he enrollado mucho. Hoy hago el TAG de 100 cosas sobre mí que vi en el blog de Susy ( http://futuraeir.blogspot.com/ ).
Ahí va.

1.     Mi padre decidió que me iba a llamar Marta gracias a Marta Sánchez y sus “Soldados del amor”

2.    No me gusta mi nombre y no tengo ningún apodo.

3.    Cumplo 23 años el 8 de mayo.

4.    Nací morena de ojos negros, al año me volví rubia de ojos verdes y ahora tengo el pelo castaño y los ojos marrones.

5.    Soy de piel pálida aunque en verano me consigo ponerme doradita sin quemarme.

6.    Como me maquillo pocas veces la gente piensa que tengo 16 años. Cuando me maquillo piensan que tengo 18.

7.    Soy hermana mayor.

8.    Solo he llevado el pelo cortado por encima de los hombros cuando hice la comunión porque mi madre decía que tanta melena me hacía más bajita.

9.    Después de toda una vida siendo de las pequeñitas de clase, ahora mido en torno al 1,64

10.  Gracias a mi altura me puedo comprar vestidos de Zara kids sin que se me vean las pompitas.

11.  Mi mascota se llama Martes y es un hámster roborowski blanco y gris.

12.  Odio el tomate y los purés.

13.  Siempre que puedo como los segundos platos antes que los primeros.

14.  No me gusta que me toqueteen cuando me hablan, de hecho, no me gusta que invadan mi espacio personal.

15.  Todos tendréis una amiga borde cuando un grupo de chicos tira la caña para ver si pesca algo: Esa amiga soy yo.

16.  Se me hace raro saludar dando dos besos. (Os estáis dando cuanta de que tengo unas habilidades sociales extraordinarias)

17.   Cuando iba al colegio no me gustaba prestar bolígrafos por si me los chupeteaban -.-

18.  Me encantan las secciones de papelería y decoración.

19.  Lo paso realmente mal cuando tengo que responder a un número de teléfono no registrado o cuando tengo que llamar a algún sitio para preguntar cosas.

20. Toda la vida he estudiado rodeada de monjas y curas pero no han conseguido pegarme ni una miaja de vocación.

21.  Soy muy impulsiva y se me ocurren unas contestaciones muy ingeniosas justo después de haber respondido.

22. Según mi madre, de pequeña quería ser enfermera o médico y peluquera, para curar a las señoras y ponerlas guapas.

23. En bachiller quería estudiar criminología, pero como aún era una carrera “no reconocida”, me eché para atrás.

24. La nota más alta que saqué en selectividad fue un 9,2 en filosofía.

25. La nota más baja fue un 5,8 en economía.

26. Soy socorrista.

27. En la solicitud de admisión a la universidad mi primera elección fue enfermería, seguida de económicas, veterinaria, empresariales, nutrición y dietética…

28. Soy enfermera (no inicialmente) vocacional. Empecé la carrera sin saber si iba a ser lo mío, pero las asignaturas me gustaban y con las primeras prácticas quedé totalmente enamoradita de la profesión.

29. No tengo problemas con la sangre, pero me mareo cuando me tienen que hacer una analítica.

30. Tengo miedo a las agujas por lo que nunca he donado sangre. Cuando hay campañas de donación y me preguntan porque no voy, digo que no llego al peso mínimo requerido.

31.  No tengo piercings, ni tatuajes ni los voy a tener.

32. Nunca he tenido ningún accidente que haya implicado romper la integridad de la piel ni sangrar (Véase cortarse al abrir una ampolla o con un bisturí, pincharse con agujas…)

33. Cuando tengo que realizar una técnica dolorosa o molesta pongo mucho empeño que hacerlo bien a la primera (Por ejemplo: sacar una analítica). Cuando soy paciente no me gusta que me rebusquen la vena, así que cuando yo tengo que pinchar, doy el 100% para evitarlo.

34. Siempre he tratado a los pacientes como el respeto y el cariño con el que me gustaría que tratasen a mis padres, a mis abuelos o a cualquiera de los que quiero.

35. Me dan mucho asco los pies.

36. Siempre que puedo voy en zapato plano.

37. Nunca he llevado nada a septiembre ni en el colegio ni en la carrera. Mi motivación era aprobar todo para poder rascarme la barriga en verano y no tocar ni un folio.

38. En el colegio mis asignaturas preferidas eran biología y tecnología.

39. Siempre he odiado la historia y en bachiller odié física.

40. Funciono mejor por las noches.

41.  No puedo dormir si las puertas de mi armario están abiertas ni aunque sea un poquito y si no hay oscuridad absoluta en la habitación.

42. No veo películas de miedo, de espíritus o tipo el exorcista porque me da mucho respeto todo aquello.

43. Me encantan las películas de comedia, de animación, de zombies y de superhéroes.

44. Mi superhéroe favorito es Superman.

45. Algunas de las series que sigo son Pretty Little Liars, the walking dead o modern family.

46. Aún no sé porque, pero han comparado más de una vez con Lily Aldrin O.o

47. De pequeña quería estudiar inglés para poder cantar la canción de Titanic como una niña que salió en lluvia de estrellas.

48. Soy nula para cantar.

49. Me he dado cuenta que solo escucho música en inglés.

50. Mi canción favorita solía ser “Runaway de Bon Jovi”. Ahora depende del momento.

51.  Estuve enganchadísima al playthrough de The Last of Us de Pewdiepie.

52. Me muerdo las uñas cuando estoy de exámenes o tengo muchos nervios. Ahora lo he dejado.

53. Cuando estudio, hablo en voz alta, de hecho me entró laringitis en los últimos meses del EIR.

54. Cuando vinieron a hablarnos del EIR en 3º de carrera pensé “Ni de coña me vuelvo a estudiar toda la carrera otra vez”

55. Me cuesta ponerme a estudiar pero una vez que empiezo puedo tirarme horas y horas seguidas.

56. Soy tan friolera que en invierno muchas veces llevo leggins debajo de los pantalones.

57. Enfermo con relativa facilidad.

58. Cuando me pongo mala me cuido a lo Florence: Me pongo en las mejores condiciones que sé y puedo (Cama, sofá, series, chocolate, oreos, frenadol) y que el entorno haga lo que tiene que hacer.

59. Los nombres que me gustan para mis futuros hijos son Daniel para niño y para niña (que cambio de idea cada dos por tres) Carolina.

60. Conocí a 3 de mis bisabuelos.

61.  Aún no he trabajado de enfermera.

62. Lo más probable es que termine en Reino Unido.

63. He visto piedras más fotogénicas que yo.

64. He maquillado a amigas y familiares para comuniones, bodas o para salir de fiesta.

65. No sé nadar sin gafas de natación.

66. Cuando tenía 13 años me hice un esguince de 2º grado enseñado a mi prima pequeña a saltar a la comba.

67. Me dan muy mal rollo las furgonetas con cristales tintados.

68. Nunca he probado el tabaco y nunca lo haré.

69. No me gusta el alcohol.

70. Desayuno colacao con leche. No, no “leche con colacao”, saturo la leche de chocolate.

71.  Al contrario del resto del mundo, mi parte favorita de las oreos es la galleta y no la nata.

72. Nunca he tomado café o bebidas energéticas para estudiar.

73. Empecé a leer el primer libro del Señor Grey y lo dejé porque no me gustaba como estaba escrito. Recuerdo leer “impasibles, ojos grises, diosa interior y morder el labio” y el famoso contrato quinientas-cincuentamil millones de veces.

74. Ahora estoy leyendo “Desde mi cielo”

75. Cuando me siento pongo las piernas como en la postura de la vaca de yoga. Así es como estoy cómoda.

76. Encontré mi media naranja hace más de 6 años <3

77. En invierno soy la más glamurosa durmiendo: Con la camiseta del pijama por dentro del pantalón y el pantalón por dentro de los calcetines.

78. Hay un punto de la noche en el que me quito los calcetines.

79. Siempre duermo con dos almohadas y el pelo recogido en una coleta.

80.  Con 16 años tuve un mechón fucsia en la parte de baja de la melena... donde la "colleja" (Qué bien me explico xD)

81.  Me encantan los parques de atracciones, sobre todo la Warner pero no me dan confianza las atracciones de feria. Vamos, algo que se monta y desmonta cada 5 días no puede ser muy seguro :/

82. No soporto ver apuntes subrayados sin regla o con un solo fosforito.

83. Solo estudio lo que subrayo. El resto del texto no existe.

84. No sé “mirarme las cosas por encima” o estudiar a medias tintas para que me suene. O me lo sé o no me lo sé.

85. Soy diestra.

86. El 90% de la comida que hago lleva calabacín y queso.

87. Tengo alergia a los ácaros.

88. Hasta ahora me han robado una vez: El paraguas en el cine.

89. Soy un desastre para la informática.

90. Una de las cosas más desagradable que he visto en prácticas ha sido quitar un ojo.

91.   No me gusta salir de fiesta (Entendiendo por fiesta esta entrada de Señorita Jerbi: http://ellagoartificial.blogspot.com.es/2014/02/me-cole-en-una-fiesta.html ) Disfruto mucho más en el cine, una tarde tomando un colacao (no me gusta el café), jugando a juegos de mesa como el Bang!, de picnic o en el parque.

92. Tengo un amplio vocabulario de palabrotas en inglés gracias a las horas muertas que paso viendo Pewdiepie.

93. Me gustan los pequeños detalles: Me hace mucha más ilusión que me regalen, por ejemplo, una magdalena de chocolate porque la vieron y se acordaron de mí, que un super regalo hecho por obligación porque es mi cumpleaños o es navidad.

94. No me gusta cocinar.

95. Mi amor platónico es la web de Lilly Pulitzer.

96. Me encanta untar palomitas en chocolate derretido.

97. Estaba harta de que me llaman los de Metas para ofrecerme sus gangas. Así que una vez les dije que compraría sus libros si me ofrecían un trabajo pero que no iba a hacer gastar dinero a mis padres (a lo tonto habiendo una biblioteca muy buena en el colegio de enfermería). Ahí terminó la conversación.

98. Volvieron a llamar después de unos meses y contestó mi madre diciendo que me había ido al extranjero. Llevan más de un año sin llamarme *-*

99. Tengo el Sd. de Diógenes sanitario y acumulo la mayoría de los panfletos informativos que veo: Código europeo contra el cáncer, el asma infantil, medidas higiénicas contra la gripe …


100.  El paraíso se llama Sephora.

¡Nos leemos!