jueves, 27 de febrero de 2014

J ... de Jueves - Esperando que pasen las horas


Esta no es una entrada “elaborada”, ni entretenida ni de interés. Solo son unas líneas para desahogarme un poco porque lo necesito.

Queda poco menos de 8 horas para saber los resultados provisionales del EIR. Tengo más que asumido que estoy fuera: Me voy a quedar muy cerca (rondando el 1100), pero fuera en fin y al cabo porque solo hay 961 plazas.
Ya no me valen los “espera a ver”, “no lo des por perdido que igual te da para algo”, “no te fies de las plataformas de corrección, pueden estar sesgadas” porque no. En las estimaciones de las webs ya he pasado el 1000 junto con el expediente por lo que no hay más que decir. A mejor no va a ir la cosa.

Me siento tan enfadada y decepcionada conmigo misma. A pesar de haberme esforzado todo un año está visto que no ha sido suficiente. El EIR 2013/2014 ha sido más asequible, la gente ha sacado muy buen corte y yo no he estado a la altura. Ahora es cuando me vienen remordimientos de “Por qué perdería tiempo en hacer mis resúmenes”, “Por qué no estudié más”, “Por qué no hice más test”, “Por qué saldría a dar una vuelta los viernes”.

Desde mi punto de vista, todo ha sido muy injusto. Este EIR era “un examen patera” me explico, un examen hecho de parches, de preguntas de OPEs, desgloses y simulacros. Y yo me centré más en el estudio que en los test, porque si estudias se supone que puedes sacar las preguntas, ¿no?
No estaba preparada para este tipo de examen ni habiendo hecho simulacros. En los simulacros veía el coche y la hamburguesa, en el EIR vi un Toyota y un Citroën en la misma pregunta y también una cheeseburguer y una whopper. ¿Y qué haces cuando te encuentras esto y ni la técnica de test ni el estudio pueden ayudarte? Pues dejarlo al azar.

Al contrario del resto del mundo, yo prefería el EIR del año pasado. Era difícil, si, pero eran preguntas que realmente se respondían bien si te lo habías currado. Se veía la diferencia de quien se lo ha preparado minuciosamente, quien iba con los desgloses mirados y quien a echar un ojo.  
Sé que no tengo plaza pero sigo lloriqueando por las esquinas por lo cabreada que estoy, por toda la impotencia y porque, pase lo que pase dentro de unas horas, se empieza a decidir mi futuro: Volver a intentarlo el próximo año o cambiar de país. Ambas me dan miedo. Estoy asustada y lloro.

La verdad, no tengo vocación de matrona ni de nada en especial. Solo quiero trabajar de enfermera. Solo eso. El EIR no es mi ilusión ni mi sueño, es una forma de empezar a trabajar y no sentir que he perdido el tiempo estudiando enfermería.

Luego te piden que seas positivo y confíes en ti. Te lo pintan tan bonito que una llega a pensar que si está estudiando porque no se merece una plaza. Luego aparecen los “Si yo lo saqué a la primera teniendo hijos, trabajando y estudiando mucho por qué tú no?” Porque nací sin una flor en el culo, mira. O igual soy un poco tontita y no doy para más.



Podía haber esperado hasta mañana, que salen los resultados que valen de verdad, pero necesitaba escribirlo hoy. Necesito desahogarme. No puedo seguir mordiéndome la lengua más.

Sé que es una entrada fea, escrita desde el resentimiento y la rabia pero ahora no puedo poner buenas caras. No puedo. Todo esto me viene grande y ya está.

martes, 25 de febrero de 2014

Estudio sociológico a través de Facebook


Tengo una cuenta en FB desde hace varios años pero la verdad es que no le doy mucho bombo: La uso para jugar a candy crush, reírme un rato con esas fotos editadas de páginas tipo “Gandalf es poderoso porque lleva batamanta” y poco más.

Suelo entrar a FB desde el móvil. Hoy, aprovechando que estaba en el ordenador perdiendo el tiempo, lo he abierto ahí después de unos meses. Y ostras, esto es otro mundo. Qué de detalles y qué de cosas no se ven en la pantalla del móvil.

Algo que me ha encantado ha sido: Personas que quizás conozcas. He echado un ojo. Si, si, claro que las conozco y por eso no las tengo agregadas.

También me he fijado que desde la web sale las cosas a las que la gente le da “Me gusta” o comenta. De aquí un sociólogo puede sacar buen material para estudio. A parte de la gente que hace un uso normal (en mi opinión, claro) he encontrado otros grupillos muy curiosos:

Los perseverantes: La verdad: Admiro a esta gente; Persiguen sus sueños, sus metas y se la trae floja lo que diga el resto. ¿Qué quieren una vida de Rescue Pet? Ellos mandan 20 peticiones al día, lo publican en su muro y etiquetan a sus contactos. ¿Qué necesitan más amigos para hacer su granja más grande, florida y hermosa? No hay problema, te invitan a jugar todos los días y varias veces, porque no tienen el sentimiento de que pases de ellos por putos pesados. No captan las indirectas de sus contactos de “Maldición gitana para el que me mande más cosas de juegos” o “No voy a hacer una granja” No. Puede que se cohíban un día, dos como mucho, pero volverán a intentarlo. Lo sabes y lo saben.

Los jetas: Aquellos con los que no has hablado desde el pleistoceno y no has visto desde antes pero por algún motivo ahí aparecen, con una solicitud de amistad o privado cargado de simpatía y amistad para, aparentemente, mostrar interés a cerca de cómo te van las cosas, retomar el poco contacto de antes y luego, pedirte los apuntes de la academia o los simulacros, mandarte una encuesta que ha preparado su novio para TFM o cualquier otro tipo de favor.

Los falsos: Este grupo es muy simple y el más común: Son esos que te felicitan el cumpleaños y te desean las mejores cosas del mundo pero luego, cuando te ven por la calle, fijen no conocerte y tú te quedas saludando a la pared con cara de “pues nada”. Te das la vuelta, le miras las espaldas y piensas en lo gilipollas que es.

Los vacilones: Principalmente desarrollan una actividad: Subir fotos de su nueva adquisición de pandora, en la puerta de la facultad donde están haciendo el máster oficial que vale X porque así se encargan de hacerlo saber en su feed, del placer que supone estar en FB desde su dispositivo apple de ultimísima generación o mil fotos de los pastelitos que los pacientes le llevan para que todos veamos que es la repolla en bicicleta.

Qué no niego que den envidia, qué oye, también. ¿Quién no quiere tener unos pendientes de pandora, un macbook o trabajo? Luego piensas que, aunque no estás rodeada de lujos (ni trabajas T.T), eres afortunada por tener a tu lado a unas personas que no cambiarías ni por todo el dinero del mundo y que, por desgracia, ellos no y disfrutan de sus bienes materiales en solitario.

Los entusiastas: Todo les gusta, todo lo comentan y todo lo comparten. Usan mil emoticonos en cada publicación. Su rango de edad suele ser superior a los 40, de ahí creo que sale su entusiasmo: Muchos acaban de llegar al mundillo de las redes sociales, internet & cia y están como un niño con zapatos nuevos.


¡Nos leemos!

domingo, 23 de febrero de 2014

Me gusta


Vamos a por la tercera entrada de la semana. ¡Cómo se nota que estoy ociosa!

Cuando me despierto lo primero que hago es agarrar el móvil, ojear twitter y mirar el tiempo: 10oC  - Despejado. He levantado la persiana y, efectivamente, el sol ha bañado toda la habitación. Ya se empieza a notar su fuerza. Me gusta el calorcito.

Estoy deseando que llegue la primavera pero, siendo sincera, en CyL la primavera al igual que el otoño pasa de puntillas. De todos modos, yo agradezco los días soleados aunque sean pocos.
He estado un ratito con la cabeza apoyada en la ventana pensando en las cosas que me gustan. Aquí os dejo algunas de ellas:

El mediterráneo y sus playas: Me encanta lo tranquilo que está el mar siempre (que una bandera roja allí es una amarilla en el cantábrico), la temperatura del agua que no hace que me piense dos veces el si me baño o no. Pasear por la orilla.

El helado de leche merengada: Soy fan del chocolate y la stracciatella pero el 90% de las veces acabo eligiendo el primero, o combinándolo con otros sabores aunque la mezcla no tenga mucho sentido, por ejemplo, con helado limón.

El rosa en toda su gama y los colores pastel: No hago ascos a ningún color, pero si abro mi armario y lo que reina por excelencia es el rosa seguido del beige, el blanco y el azul agua.

Las mantas peludas y suaves para hacerse un ovillo en el sofá o la cama y “siestear” o ver una película. Curiosamente no tengo una manta así y ando detrás de ella pero tienen unos precios de cojón de obispo, así que de momento tengo la típica fea de cuadros.

Los vestidos con corte trapecio y los de falda vaporosa: A pesar de que intento vestirme más de “chica mayor” y me pruebo vestidos más ceñidos o atrevidos, siempre termino eligiendo ese patrón, muy Massiel en lalalá o muy Marisol, pero eh, de aquí soy yo.

Nadar con aletas, sin prisas. Cuando entrenaba se me cargaban los gemelos y me terminaban doliendo los tobillos. Las odiaba. El verano pasado decidí llevarlas por primera vez a la playa y allí he aprendido a disfrutarlas.

Cartagena: Es pequeñita, con mucha historia, unos edificios preciosos, buen clima y tiene playa. Me encantaría vivir allí aunque fuera por unos meses.

Los videojuegos: Me llevo 14 años con mi tío más joven, así que desde pequeñita he estado con contacto con ordenadores y he jugado. Empecé con Bomberman, Jazz jack rabbit seguidos de Tom Raider, el día del tentáculo, theme hospital, monkey island, vecinos del infierno y los sims. A día de hoy he probado otros tantos: Call of duty (quién no), hitman, splinter cell, amnesia, los del profesor Layton, diablo, ressident evil, indiana jones, tactical ops.

Tengo la suerte de tener un primo de mi edad, con el que he ido al cole toda vida. Hacia los 15 años se llevaba aquello de ir a un ciber y matar tardes jugando al WoW con los chavales de clase. A mí me gustaba ese mundillo, como se compinchaban unos con otros, las picadas que tenían. Me gustaba verles jugar. Me daban envidia. “¡Pues haberte unido a ellos, mujer!” ya, pero las tarjetas eran tan caras que si mi madre de enteraba de que me había gastado la propina en eso me tiraba de las orejas. Así que yo miraba.
No obstante, él se daba cuenta y me dejaba jugar con una elfa de la horda; He de decir que me gustaba, pero también me parecía complicado de narices.

A día de hoy es una espinita que aún tengo clavada, porque he jugado mucho pero sola. Estoy intentando convencer a una amiga para jugar al GTA V o al Garry’s mod (Prop hunt) pero sé que está jodida la cosa. Además lo que mola es tener un grupillo, llevar esos cascos con micros y echarse unas risas.Tampoco voy de gamer ni quiero serlo.

Los mamíferos de 4 patas y con pelo. Me regalaron un hámster las navidades pasadas y es un amor de bichito. Me da mucha ternura. Me gusta mirarle y atusarle cuando estoy estresada o chof.

Tumbarme en la hierba cuando hace sol, cerrar los ojos y que pase el tiempo. Y que nadie moleste con sus mierdas.

La noche de San Lorenzo. Hay un campo de fútbol cerca de mi casa lo suficientemente grande como para que las farolas no arruinen la lluvia de estrellas; Pues allí vamos con unas esterillas, unas cocacolas y un poco de the Beatles o similar.

Os dejo ya, que toca disfrutar un poco de este día tan bonito.


¡Nos leemos!

viernes, 21 de febrero de 2014

V de viernes - Primeros pasos de una enfermera


Antes que blogger soy enfermera aunque ampliamente se puede decir que tengo más experiencia como blogger que como enfermera. Qué triste.

Desde que terminé la diplomatura en 2012 no he vuelto a estar en contacto directo con mi profesión y no ha sido por falta de iniciativa, porque he ido repartiendo CV como si fueran caramelos. Pues bien, no ha habido suerte ni para trabajar 15 minutos un día. Nada, absolutamente nada.
Y como yo está el resto de mi promoción: Los que han conseguido trabajo son lo que están en Alemania,  en Inglaterra o los que tienen un padrino que les bautiza en los centros privados. Así es, que le vamos a hacer.

Como yo no tengo enchufes, lo de irse al extranjero es una opción que nunca he descartado. Yo me iría a Inglaterra que algo de inglés manejo y al menos no me moriría de hambre como si me fuera a Alemania (más que nada porque no tengo ni idea y ponerme a estudiar alemán no es algo a lo que esté muy dispuesta).

Por el momento decidí quedarme en mi país y en el 2013 hacer el curso para grado, a la vez que hacía cursos de CFC para mejorar el CV y tener algún punto para la famosa OPE de Madrid de la que todo el mundo habla pero nadie sabe nada. La OPE que se fue a por tabaco y no volvió.

Mientras hacía estas cosillas (que siendo sincera, a parte del TFG el resto no tiene mucha salsa), decidí volver a las piscinas. Atención, abro un gran paréntesis [Empecé en el cole (6 – 7 años) con los típicos cursos de natación de un día a la semana y seguí yendo a natación hasta los 12 años. Los 12 años eran la edad tope para los cursos de perfeccionamiento (y como yo no quería competir en el club natación) probé suerte en socorrismo acuático, allí me quedé hasta los 16 años entre entrenamientos y exhibiciones. Y de nuevo, llegué a la edad límite, le siguió bachiller, luego la universidad por lo que la piscina quedó reducida a momentos muy puntuales] Cierro el gran paréntesis.
Como era de esperar, añoraba el chapotear un poco así que me apunté con un club de salvamento deportivo que había comenzado a funcionar hacía relativamente poco. También era una excusa para recuperar fondo y poder sacar el título de socorrista la pasada primavera coincidiendo con el inicio del curso del EIR.

Mi naturaleza de culo inquieto no concibe eso de estar de brazos cruzados y siempre tengo que andar haciendo cosillas para ver que no pierdo el tiempo. Así que me apunté al EIR. Empecé en Ifses iba a clase los jueves por la tarde y los viernes, sábados y domingos pasaba 12 h en el curso de socorrismo.

Por aquí, en algún momento, me presenté a una bolsa temporal para una diputación, pero un buen examen sin experiencia y solo con los puntos de CFC no sirve de mucho.

El resto del año pasó sin una triste oferta de empleo, más folios gastados en forma de CV, más contratos enchufes, una “yo” cabreada con el mundo y con la sangre hirviendo ¿Por qué no me merezco una triste oportunidad? Quiero trabajar para demostrar que puedo hacerlo bien, que yo valgo para esto, que me gusta esto, que yo puedo desenvolverme aunque no tenga experiencia.
Y aquí es cuando cometí, el error de hacer el EIR el centro de mi vida. Mi forma de pensar era: Vale, si nadie me da la oportunidad de trabajar, me ganaré mi puesto de trabajo.

- Un año enterito para el EIR.
- Un año de sacrificios y dejando mucho de lado.
- Un año dando vueltas al temario, haciendo esquemas, estudiando y haciendo test.
- Un año no ha sido suficiente y me voy a quedar justita.
- Un tortazo en todo el autoestima.


Ahora, sigo hacia adelante, pensando en que mejorar vez y aprendiendo de errores. Me he apuntado a la OPE de Aragón, por eso de no tirar por tierra todo lo estudiado a la vez que sigo dando CV ya no solo en el campo de la salud.

p.D: Pensé hacer un blog para cosas de enfermería, pero como no tengo mucha experiencia en cuanto a escribir se refiere, he decidido dedicar el viernes a cosas de enfermeras y el resto de la semana a otros asuntos de la vida cotidiana.

Nos leemos!

jueves, 20 de febrero de 2014

Empezando por el principio


Desde que el mundo es mundo y las personas viven en sociedad, nos han dicho que cuando se llega a un sitio nuevo hay que saludar y presentarse, por cuestiones de educación.

Pero yo siempre, desde chiquita, he tenido más ojos que boca. Aunque aprendí a hablar con 9 meses solo lo hacía cuando estaba en lo que yo llamo “mi zona de confort” y así he funcionado hasta el día de hoy; Me explico brevemente: No me gusta la gente histriónica. Con eso lo digo todo.

En nuevos entornos soy tímida; Estoy por ahí observando a los demás e intentando no llamar demasiado la atención para que no me pregunten más de lo que quiero que sepan. Tengo que admitir que el ser tímida viene de serie, pero la desconfianza me la han ido dando los años: A base de palos he aprendido a no abrirme tanto a la gente, por eso tengo muchos amigos con los que sacarme fotos bonitas para subir a Facebook, pero realmente puedo contar con los dedos de una mano (y me sobran) aquellos con los que soy yo al cien por cien, con mis miedos, en mis mejores momentos y con los que me permito llorar si lo necesito.

Me dicen pesimista, aunque yo prefiero llamarlo realista y es que ahora, cuando las cosas están tan difíciles, una ya no puede permitirse hacerse ilusiones por curarse en salud y más cuando todo lo que he alcanzado ha sido por mi propia cuenta ya que no he visto un halo de suerte en mis 22 años.

No soy una persona rencorosa y no me gusta que lo sean conmigo. Nadie somos perfectos, todos hemos cometido errores o hemos fallado en algún momento a alguien. Pero por suerte, para estos momentos existe el diálogo, porque a mí las cosas claras y el chocolate espeso y fin. 
No hay nada que más me moleste que andar dando vueltas a temas de cuando mi bisabuelo era corneta.
   
Por otro lado, en cuanto a gustos se refiere, dicen que soy muy femenina, me gustan los pequeños detalles, los vestidos,el colorete, las colonias frutales y el chocolate en todas sus variedades.
Femenina ... ¿Entonces también romántica? Si, pero que tampoco me asfixien con cursiladas.
Cada uno tiene su idea de romanticismo, para unos es Ameliè, El diario de Noah, 3 metros sobre el cielo y demás cosas bucólicas. No soy muy fan de esas historias y para mí es más reconfortante una bolsa inesperada de chuches, una tarde de videojuegos o un paseo sin prisas.

Después de leer esto quizás pienses que soy una persona complicada y no te quito la razón.
Por hoy ya me despido pidiendo un poquito de paciencia (Ya que es la primera vez que hago algo de este estilo y aún ando perdida)

Saludos!