viernes, 7 de marzo de 2014

V de Viernes – Trabajar en un campo de nabos


Esto fue lo primero que me dijo un veterano cuando le comenté que mi siguiente lugar de prácticas era en la unidad de urología.
Por aquel entonces estaba en segundo de carrera y era la primera vez que pisaba una unidad de hospitalización desde el año pasado.
A pesar de que me habían dado buenas referencias, estaba un poco nerviosa. Ya sabéis, cuando ya te desenvuelves en una unidad y te toca cambiar a otra totalmente distinta tienes un poco de miedo por cómo será aquello.

Me sentí con suerte al ver que había dos hombres en el equipo de enfermería.
Os parecerá una bobada, pero en el equipo del rotatorio anterior había enfermeros y el ambiente de trabajo había sido mucho más agradable que cuando fui a una planta llena de enfermeras bien entradas en sus años… aquello era un nido de víboras. Así que simplemente me alegré al ver barba.

Urología fue una de las unidades donde había todo aquello que puedes encontrarte en la villa del señor como, por ejemplo, piercings en lugares del -aparato reproductor masculino- que solo con verlos duelen, tatuajes distendidos a causa de hidroceles o pacientes que aparecen a los cuarenta y pico para operarse de una fimosis de considerable importancia (Después de haber tenido tres hijos); Recuerdo que uno de ellos alegó “Uno se aguanta los dolores y al final…”

Las bolsas enormes de lavado para RTUP también ocupan un lugar en mi corazoncito. No puede ser de otra forma cuando el líquido resultante tiene el mismo color que el mejunje del cachi de tus amigos el sábado noche.

En una ocasión, recuerdo entrar a una habitación con mi compañera para curar a un chaval de 25 años que le habían operado de una estrangulación de testículo. Allí estaban unos amigos y su novia. Cuando les pedimos que, por favor, salieran un momento para realizar la cura, la novia nos miró y nos dijo “Cuidadín con lo que tocáis, eh? Porque hoy en día hay que tener un cuidado con estas niñas…”
¡Vaya! ¿Cómo había adivinado esa mujer que la mayor ilusión de mi vida, era untar de clorhexidina las pelotas de su novio? (Nótese la ironía, por favor)
En fin, no di más importancia a su ridículo comentario. Hay gente para todo.

Sin embargo hay momentos que resultan incómodos para ambas partes. Uno de ellos fue cuando entré con la enfermera en la habitación de otro chico de unos 30 para hacer otra cura. También estaba con su novia, dándose mimos después de casi un mes sin verse (Ya es mala suerte reencontrarse en el hospital).
Nos pidió, que volviéramos en 5 minutos, que acababa de llegar la chica.
Mi enfermera dijo que no hacía falta, que era algo muy rapidito, solo iba a tardar 2 minutos y que así luego ya descuidaba y no andaba pendiente de cuando íbamos.
Los intentos del chico por retrasar la cura fueron fallidos.

Al descubrir la zona nos encontramos con el resultado de combinar cariñitos después de un tiempo sin verse y el motivo de porque quería aplazarla unos minutos.

¡Nos leemos!

4 comentarios:

  1. Jajajja vaya con la chavala, qué ganas de soltarle una buena respuesta para quitarle el pavo de encima. Y qué pena que en esos casos es mejor ignorar a la gente.

    Y pobrecito el otro con el reencuentro en el hospital. Vaya incomodidad de momento, aunque ahora seguro que lo piensas y te tienes que reír un poco por la puntería.

    Ay, las anécdotas hospitalarias... Qué morriña de hospital dan. Qué ganas de volver a currar.

    ¡Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El comentario de la novia no me lo tomé a mal, de hecho, tuve que aguantarme las ganas de soltar un JAJA cuando lo dijo, en serio... había sido tan ridícula xD

      Lo del otro chico yo me olía algo, porque estaba poniendo mucho empeño en que volviéramos en un ratito ... si por mi hubiera sido si hubiera vuelto un poco más tarde porque ya era la última cura y era un día de esos que vas muy bien de tiempo y no había mucho trabajo. Pero bueno, al final tocó hacer la cura en esas condiciones, tomándolo como naturalidad aunque no te voy a negar que resultaba incómodo para los 3 xD

      Se echan de menos estas cosillas del hospital :') Le da vidilla al día a día mientras trabajas.

      ¡Un beso!

      Eliminar
  2. jajajaja me encanta imaginar el momento de destapar la zona y encontrarse el asunto.

    Menuda flipada la novia del otro, ¿no? Vamos, como si no viéramos suficientes "aparatos masculinos" como para prestar atención especial a alguno xD

    Jobar, qué cosas más guays pasan en los hospitales y qué pocas conocemos :(

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso mismo pensamos nosotras con el comentario de la chica.
      Después de un mes en esa planta ya habíamos estábamos tan "curadas de espanto" que su novio no iba a ser un caso especial xD

      Pero hay gente así, que como no entienden que es una parte más del cuerpo. Esto es algo que se ve muy a diario.
      Por ejemplo, si surge el tema de la menstruación, un enfermero no te va a mirar con cara de horror ni asco como pueden hacer otros chicos que no lo ven como algo absolutamente normal de la fisiología femenina.

      Ya iré contando alguna anécdota más!

      ¡Un besote!

      Eliminar